¿Por qué tenemos que luchar por una sexualidad saludable de nuestros hijos?

Por Amanda Scott

El futuro de todos los momentos íntimos de nuestros hijos serán afectados y se pueden arruinar por todo instante del porno a que están expuestos.

Si lo reconoce o no lo reconoce, todos somos parte de una guerra. Algunos somos transeúntes que ni siquiera sabemos lo que ocurre. Algunos no hemos elegido un lado o el otro todavía. Sin embargo, las líneas de combate se han puesto claramente. La guerra se hace sobre la mente de nuestros hijos. Los dos lados son: los que exponen nuestros hijos a todo que está ahí afuera contra los que creen que no debemos permitir que nuestros hijos se metan en la cultura “pornificada” que existe hasta que ellos alcanzan mayoría de edad y han logrado el desarrollo completo de la mente.

Pensaría usted que la guerra sería sencilla. Hablando en términos de táctica, solo hay que destruir el enemigo, ¿verdad? Pero no es tan sencillo. Nuevas fuentes y grupos secretos aparecen todos los días. En términos de la pornografía misma, cualquier persona en cualquier lugar a cualquier momento puede grabar lo que es apenas legal y subirlo al internet.

No podemos matar la pornografía. Pero nosotros como padres tenemos una influencia fuerte en un recurso que el enemigo—la industria de porno—necesita gravemente: una audiencia joven e impresionable. Quieren la mente poco desarrollada de nuestros hijos a fin de corromperla. Podemos minimizar los daños de esta guerra por asegurar que nuestros hijos no sean víctimas. Es por eso que el enseñar una sexualidad sana es importante; porque no podemos prevenir que la guerra les llegue, pero los podemos preparar para la batalla.

Entonces, ¿Cómo ocurrió esto? Primero, seré franca; ustedes como padres saben lo que está ahí afuera. Saben del bombardero constante de materiales hyper-sexuales que les rodea a nuestros hijos todos los días: las carteleras, las publicidades, los pop-ups, las aplicaciones, la ropa … algunos tal vez no saben a qué grado existe la violencia en la pornografía. Muchos no saben que el internet ha alcanzado un 37% saturación pornográfica—significa que 37% de todo el contenido del internet es pornográfico—y es un dato del 2010! (Boletín de prensa, 2010). Quizás no les importa a algunos, unos otros la miran, y es su prerrogativa. Sin embargo, esta es la pregunta principal—la pregunta de “elegir para cual lado va a luchar usted en esta guerra.”

¿No merece su hijo—cuando él o ella sea adulto—una experiencia sexual auténtica? ¿No se merece su hijo tener un primer recuerdo significante de su primer beso, su primer toque? No hay que tener una experiencia estropeada, escrita, ni dictada por lo que ha visto él o ella en el porno antes de que tenga su primer beso.

¿No merece su hija la decisión de cómo va a ser su relación sexual en lugar de permitir que las imágenes pornográficas en la memoria de su pareja la dicte para ella? Una cantidad cada vez más grande de espectadores del porno son mujeres (Weiss, 2012) y aún si nuestra hijas no la ven, lo más probable es que su pareja sí la vea. ¿No merecen todos los jóvenes adolescentes crecer y desarrollar una actitud sana hacia la sexualidad en su propio tiempo?

En la sociedad en la cual vivimos actualmente, es casi imposible. Es porque tenemos una generación de jóvenes que creen que la intimidad verdadera no es necesaria y que no existe. Creen que todos los encuentros incluyen sexo anal y un “money shot.” Nuestros hijos están entrenados para que comparen el sexo con la violencia porque un 88% del porno contiene violencia (Facts and Figures, n.d.). Muchos de nosotros queremos creer que “no es mi hijo” que ve la pornografía o que la ha visto. Pero sí lo es. Es una gran probabilidad que nuestros hijos hayan visto el porno. Muchos lo verán en aparatos móviles (Jerrom, 2014).
Pero no tiene que ser así. Podemos educarnos, y podemos educar a nuestros hijos. Les podemos dar poder con el conocimiento para hacer decisiones buenas y sanas para su bienestar sexual.

Enseñando la Sexualidad Sana

La cosa más importante para enseñar a nuestros hijos es desarrollar una actitud sana hacia la sexualidad o una sexualidad sana. El primer paso para enseñar cualquier tema es entender el tema.

La sexualidad sana significa, primero, que una persona tiene una actitud buena hacia su propio cuerpo, sin importar nada. (Este artículo es un buen recurso.) Enseñe a su hijo que cuide su propio cuerpo con respeto. ¿Es usted respetuoso? Cómo una madre, tan pronto como mis hijos son grandes para bañarse solos, les digo “Te daré tu privacidad ahora.” Quiero que entiendan que es normal querer privacidad y respetar a otros tanto a fin de dar privacidad. Si me meto en el cuarto cuando se visten o si entro el baño durante tiempo personal, mis hijos pueden pensar que no tienen derecho a privacidad y pueden pensar nada de la privacidad de otras personas. O peor, pueden pensar nada del hecho que un desconocido invade a su privacidad. El punto es que debemos mostrar respeto para nuestros cuerpos. En algún momento, debe reconocer que su hijo es un ser humano con valor y que es digno de respeto. Si le cuida así usted, esperará él recibir el mismo tratamiento de los que conoce y esperará nada menos. Si logramos esto, nos adelantamos muchísimo del juego. Si todo niño puede entender y agarrar de verdad el concepto bueno de auto-estima y mantenerlo para siempre, lo demás de la sexualidad sana viene más instintivamente.

“Cuando padres les hablan y afirman el valor de sus hijos, es más probable que jóvenes desarrollen actitudes sanas y positivos de ellos mismos. Es verdad también cuando el tema es el sexo. Investigaciones muestran que comunicación positiva entre padres y sus hijos puede ayudarles a establecer valores individuos y a hacer decisiones sanas” (Advocates for Youth, 2008).

• La sexualidad sana significa tener una buena actitud hacia el sexo y hacia la identificación sexual del individuo. También significa que pensar en el sexo sin sentimientos de vergüenza, culpa ni miedo. Si una persona hace la primera parte, ¿por qué tendrá alguien una actitud negativa hacia el sexo? El porno tendría parte de la culpa. El porno y nuestra cultura pornificada nos dice que el sexo no es hermoso sino que libidinoso. Pero la verdad es que hace años que hacemos sucia la palabra ´sexo.´ Una de las cosas más importantes que podemos hacer es quitar el “estigma de vergüenza” del sexo. ¿Cuántas veces portamos cómo hubiera algo vergonzoso de hablar del sexo? No tenga vergüenza de decir la palabra ´sexo.´ Utilícela en lenguaje cotidiana con sus hijos para que se acostumbren a ella. “¿Cuál sexo es el perro?” “¿Ha averiguado el doctor el sexo del bebé ya?” “¿Tendrá la película contenido sexual?” Utilícela con prudencia y según la edad. Explique que debe de utilizarse apropiadamente y en el contexto debido pero que no hay vergüenza ni suciedad en la palabra ´sexo´ sola.

“El entender que la sexualidad es una parte natural del crecimiento y desarrollo humano, y el proporcionar apoyo ambiental que les anima a los niños que se sientan bien acerca de ellos mismos y que hagan preguntas, padres, encargados del cuidado infantil, y maestros pueden apoyar el desarrollo sexual sano en los niños. (Children’s Trust of South Carolina, 2014)

• La sexualidad sana significa poder expresar amor y intimidad apropiadamente y también unir significado y emoción con el sexo. Cuando un individuo alcanza la edad apropiada para empezar una relación sexual, si él o ella tiene una actitud positiva del sexo, emociones deben acompañar el sexo. Esto es imposible si esa persona se ha criado con una dieta constante del porno. Si enseñamos a nuestros hijos que hay un proceso natural que llega al amor y a la intimidad en relaciones adultos, vamos bien. Empieza con expresarnos y ser cariñosos en nuestras relaciones familiares y enseñar a nuestros hijos cual tipo de cariño es apropiado y con quien. “El mensaje más importante de los padres no es que…sea un problema el desarrollo sexual sino que la intimidad sexual no debe ocurrir hasta que [ellos] estén listos y solo dentro una relación mutual de respeto y cuidado.” (Advocates for Youth, 2008) Obviamente, esta no es la “relación” demostrada en el porno. Hay que gastar menos esfuerzo en guardar el conocimiento sexual de nuestros hijos y hay que asegurar que NOSOTROS somos los que les damos la información que necesitan y la que les da curiosidad. Entonces nuestros hijos entenderán mejor la importancia de desarrollar su propia sexualidad sana, incluso: tener un buen sentido de auto-estima y respeto para ellos mismos, una actitud positiva hacia el sexo, sentir cómodos en expresar cariño, todo sin la necesidad de la pornografía. Muchos en nuestra generación de padres han podido superar el estigma de vergüenza que va asociado con el sexo que les afligía en el pasado. Ahora es el momento para enseñar a nuestros hijos que el sexo no es algo vergonzoso sino que es algo asombroso y especial: y por eso hay que tratarlo con respeto.

¿Se acuerda de la “guerra contra las drogas?” Las publicidades nos advirtieron que las drogas podrían dañar nuestros cuerpos jóvenes para siempre. No era mentira y tampoco es esto: la mente de su hijo que se está desarrollando no está preparada ni tiene la capacidad para aguantar la violencia y horror que es la pornografía moderna. Los ojos no pueden echar lo que ya han visto. Desafortunadamente, el futuro de los momentos íntimos de nuestros hijos sentirá el efecto y se podrá arruinar por todo momento del porno al que él o ella están expuestos. Desde la primera vez que toman la mano hasta el primer beso con alguien.
Si aún no se decide usted para cual ideal lucha, déjeme volver a hacerle esta pregunta: ¿No merece su hijo—cuando él o ella sea adulto—una experiencia sexual auténtica? ¿No se merece su hijo tener un primer recuerdo significante de su primer beso, su primer toque? No hay que tener una experiencia estropeada, escrita, ni dictada por lo que ha viste él o ella en el porno antes de que tenga su primer beso.

Hable con sus hijos. A menudo y mucho. Cuando están listos, dígales lo maravilloso y extraordinario que puede ser el sexo. Dígales cuanto mejor puede ser cuando las dos personas están conectadas y no tienen ninguna expectativa ni imagen pornográfica en la mente. Luche para que sus hijos tengan la experiencia íntima que merecen. Una experiencia en la que pueden saber de verdad cómo expresar amor y intimidad. Si puede lograr esto, nuestros hijos pueden escapar de esta guerra ilesos.

Citas
Healthy Sexual Development of Children, Children’s Trust of South Carolina. (2014, January 1). Retrieved July 5, 2014, from http://scchildren.org/building_strong_families/grow_strong_kids/healthy_sexual_development/
Viewing Sexuality as Normal and Healthy and Treating Young People as a Valuable Resource. (2008). Retrieved July 5, 2014, from http://www.advocatesforyouth.org/component/content/159?task=view
Press Releases. (2010, June 16). Retrieved August 19, 2014.http://www.optenet.com/en-us/new.asp?id=270
Jerrom, C. (2014, February 11). Safer Internet Day: Porn affecting 11-year-olds. Retrieved August 28, 2014. http://www.youngminds.org.uk/news/blog/1854_safer_internet_day_porn_affecting_11-year-olds
Facts and Figures. (n.d.). Retrieved August 28, 2014.http://stoppornculture.org/about/about-the-issue/facts-and-figures-2/
Weiss, D. (2012, February 21). Women Don’t Look at Pornography, Do They? Retrieved August 28, 2014.http://www.citizenlink.com/2012/02/21/women-dont-look-at-pornography-do-they/

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