por Eva Gordon
Por años hemos escuchado de los peligros y malas consecuencias del uso de las drogas, incluso las campañas tan repetitivas de: “di no a las drogas.” Yo personalmente crecí escuchando dichas campañas. Hoy en día hay una nueva droga, la pornografía, la cual es tan dañina como las drogas. Y aun mucho mas difícil de recuperarse de la adicción a la misma.
El mundo en que vivimos esta saturado con pornografía, gracias a los productores de este negocio billionario. Nuestros hijos y familias están creciendo en este ambiente. Es nuestra responsabilidad de educarnos y enseñar a nuestros hijos e hijas los devastadores efectos de la pornografía, para que puedan tener una batalla mas justa contra esta nueva droga.
Tal como nos preparamos para una carrera, un examen, o una presentación, no dejaríamos que nuestros hijos fueran sin entrenamiento, estudio, o armados.
Es de vital importancia que empecemos a hablar con nuestros hijos de la pornografía.
Estos son solo algunos puntos básicos.
1. La pornografía no representa la realidad. Esta llena de violencia y agresión. Las imágenes de pornografía siempre están alteradas y no es como se ven las personas normales. Lo cual afectara el resto de las vidas de nuestros hijos, ya que no podrán tener relaciones saludables con sus parejas o familias. Por que les creará una perspectiva falsa.
2. La pornografía es adictiva. Y como con cualquier otra droga, el adicto se obsesiona con la próxima dosis. Esta nueva droga entra por los ojos y va directo al cerebro, y es 100 veces mas poderosa que la heroína, declaro el Dr. Jeffery Satinover. Y esta adicción puede empezar por ver solo una vez. Pero afortunadamente no tiene que ser así, hablando de los efectos y daños tan severos de esta adición es uno de los mejores pasos para combatir esta nueva droga. Es decir, empezar el canal de la comunicación abierta y de confianza.
3. La pornografía daña y destruye al individuo y a la familia, eventualmente. Los niños que son expuestos a la pornografía tienen una probabilidad mayor de experimentar con las relaciones sexuales a temprana edad, de bajo autoestima y tener relaciones no saludables con sus parejas y familiares. Los niños/jóvenes que ven pornografía se vuelven reservado/muy privados, se alejan de actividades sociales o familiares para poder verla. La gran mayoría se sienten avergonzados y no saben como dejar de verla. Otros actúan con un mal temperamento y no quieren dejar de verla. Cualquiera que sea el caso, debemos hablar con cuidado para no avergonzarlos mas o para no crear mas resentimiento y enojo.
4. Es importante crear un ambiente de confianza para que nuestros hijos puedan sentirse cómodos con sus preguntas en cuanto al sexo y que puedan venir a nosotros, sus padres, para encontrar respuestas. Es normal tener curiosidad y preguntar. No debemos avergonzar a nuestros hijos por tener preguntas y curiosidad. Hay muy buenos recursos para ayudarnos a hablar de estos temas con claridad y sin vergüenza, como el nuevo libro Cómo hablar con sus hijos sobre la pornografía por Educate and Empower Kids. Si no hablando nosotros de esto, entonces encontraran respuestas en el internet y en la pornografía la cual es una fantasía y falsedad.
5. Si nuestro hijo ya esta atrapado por esta adicción, es muy alentador saber que hay recursos para la recuperación y sobretodo, saber que la recuperación de esta adicción es totalmente posible. Es un proceso difícil y lleva su tiempo pero la recuperación es real. Todo logro y existo toman esfuerzo y trabajo; este proceso no es la excepción. No deja de esperar y creer en su hijo—cuando nos enfocamos en formar conexiones fuertes y flexibles con nuestros hijos, nuestra relaciones sobreviven las problemas y retos, incluyo la pornografía.
Eva Gordon, es madre soltera y es una madre que trabaja su propia recuperación y se esfuerza por enseñar a sus hijos los peligros y daños de la porografia de una forma clara y directa de acuerdo a la edad de sus hijos. Facilita una reunion de 12 pasos para la recuperación del trauma causado por la traición de un cónyuge o familiar adicto a la pornografia y/o al sexo.